Lesiones Vasculares Cutáneas
Querida Lectora,
En algún punto de nuestra vida, todas hemos tenido lesiones en la piel y múltiples problemas relacionados con los vasos sanguíneos. Es más, las mujeres suelen tener lesiones vascualres más comunes que los hombres, como los vasos sanguíneos visibles, los lipidosos (áreas de la piel con capilares hinchados) y los venosos, entre otros.
Si bien estas lesiones son inofensivas, resulta importante conocerlas para que no nos preocupemos una vez que aparezcan. Es por eso que queremos tomar un momento para contarte a detalle cómo identificar las lesiones cutáneas vasculares, los factores que contribuyen a su aparición y los tratamientos disponibles para reducir su apariencia.
Los vasos sanguíneos visibles se conocen como telangiectasias, y suelen apreciarse como líneas rojas finas. Estas líneas pueden variar desde tener una longitud muy pequeña a ser más largas y estar entrelazadas entre sí. Estas lesiones son más comunes en la cara y suelen presentarse con mayor frecuencia con la edad, en diferentes partes del cuerpo, y suelen ser hereditarias.
Hay algunos factores que pueden contribuir a su desarrollo
Como el sol, la genética, la edad, el estrés y la exposición a ciertas sustancias químicas. Si alguna de estas cosas te afectan, entonces es posible que tengas más probabilidades de desarrollar lesiones vasculares cutáneas.
Cuando se trata del sol, es importante saber que los rayos UV pueden debilitar los vasos capilares cerca de la superficie de la piel, dificultando la salud de la piel. Por lo tanto, es recomendable que tengas cuidado con la cantidad de sol que recibes, procurando usar protector solar en todo momento para proteger tu piel y evitar el desarrollo de lesiones vasculares. En cuanto a la edad, los problemas vasculares pueden empeorar con el tiempo.
Por esta razón, es importante que trates de cuidar de tu piel. Hidratarla regularmente y realizar tratamientos especializados pueden ayudarte a prevenir el desarrollo de lesiones vasculares. Además de estas recomendaciones, existen muchos tratamientos disponibles para ayudar a tratar las lesiones vasculares cutáneas.
Estos pueden incluir cosméticos, cremas medicadas, láser y tratamientos con luz. Después de someterte a cualquier tratamiento, es importante mantener tu piel hidratada para eliminar cualquier residuo nocivo.
¿Cuáles son los tipos de lesiones vasculares?
Antes de comprender los diferentes tipos de lesiones vasculares, es importante conocer un poco los sistemas afectados. El sistema arterial comprende una red de arterias y arteriolas sincronizadas para transportar sangre desde el corazón hacia los tejidos y órganos del cuerpo.
Por otro lado, el sistema venoso transporta sangre desde todas las partes del cuerpo hacia el corazón. Ahora que entendemos los sistemas implicados, pasemos a las diferentes categorías de lesiones vasculares.
La primera es la aneurisma
Un aneurisma es una alteración congénita de la pared arterial en donde el vaso se expande y se hincha. Estas deformaciones pueden ser muy dolorosas y deben seguirse regularmente.
El tromboembolismo
Esta es una situación en la que un coágulo de sangre se forma en una vena y se puede desplazar en el torrente sanguíneo hacia otras partes del cuerpo, bloqueando el flujo sanguíneo. Estas lesiones también pueden ser dolorosas y deben tratarse prontamente.
La arteritis
La arteritis se refiere a la inflamación de una arteria en el cuerpo, la cual puede ser causada por una variedad de factores. Es importante notar que la arteritis puede afectar la habilidad del cuerpo para absorber los nutrientes necesarios, lo que puede deteriorar la salud general del paciente.
Finalmente, la última categoría es la falla del sistema de conducción
Esta es una condición en la que el sistema cardíaco contiene errores de ritmo o en la función contráctil. Esto puede ser debido a una variedad de factores, incluyendo enfermedades del corazón.
¿Qué son las lesiones vasculares cutáneas benignas?
Es posible que estés familiarizada con los tumores cutáneos malignos, que son tumores cancerígenos. Pero lo que muchos no saben es que también hay tumores benignos, también conocidos como tumores cutáneos vasculares benignos. Si bien estos tumores no son transmitidos de madre a hija, aún así son una gran preocupación.
Los tumores cutáneos vasculares benignos se componen de una masa de tejido no cancerígeno formada principalmente por células del sistema vascular. Estos tumores se encuentran comúnmente en la cara, el cuello, las extremidades superiores y las manos, pero también pueden aparecer en otras partes del cuerpo. Estos tumores tienen un aspecto diferente, dependiendo de si se trata de un tumor de capilares, de un tumor de venas o de un tumor de arterias. Por desgracia, estos tumores son difíciles de tratar, especialmente si se han propagado. Sin embargo, los especialistas pueden determinar la forma de proceder con cada caso.
Los tratamientos más comunes incluyen cirugía, electrocoagulación (cauterización con corriente eléctrica) o láser. Es importante, si tienes alguno de estos tumores, que programes revisiones y pruebas regulares con tu médico para asegurarte de que no se propague el tumor. También es importante que prestes atención si notas algún cambio en la textura de la piel o alguna anomalía en la zona afectada.
Si notas algo sospechoso, acude a un especialista para que te pueda ayudar a decidir si es necesaria alguna forma de tratamiento. Naturalmente, es mejor prevenir que lamentar, así que no dudes en ir al médico si tienes alguna preocupación.
¿Cómo saber si hay daño vascular?
Como todas, debemos estar siempre atentas a nuestro bienestar y al de nuestras familias para juzgar adecuadamente si algo no anda bien. Ya que ciertos problemas relacionados con el sistema vascular pueden ser más serios. Por eso, hoy nos detendremos a conocer un poco más sobre cómo saber si hay daños en los vasos sanguíneos.
Es importante que como mujeres sepamos entender ciertos signos clave, los cuales pueden advertirnos de algún daño a nuestros vasos sanguíneos. Estos se pueden identificar fácilmente, así que asegúrate de estar atenta en tu cuerpo a los posibles símbolos que te pueden indicar que algo anda mal.
Algunos de estos signos son:
– Calambres musculares persistentes.
– Sensación de lesión de huesos sin ningún tipo de trauma previo.
– Piel fría y con manchas.
– Mareos constantes.
– Presión arterial baja.
– Sangrado excesivo.
No debemos ignorar estos síntomas, así que si alguna vez sospechamos de alguno de estos problemas, ¡acudamos a nuestro médico de inmediato!
