El consumo de alcohol ayuda a dormir
Últimamente lo veo mucho: gente que dice que el consumo de alcohol le ayuda a conciliar el sueño. Estoy aquí para decirte que esto no es cierto. De hecho, el consumo de alcohol puede dificultar el sueño. Dormir es fundamental para mantenerse sano y sentirse bien. Dormir poco puede provocar fatiga e incluso obesidad.
Pero el alcohol puede tener efectos negativos en nuestro sueño. Como he dicho antes, el alcohol puede dificultar la conciliación del sueño. De hecho, puede hacer que estemos más inquietos y que seamos más propensos a tener pesadillas. Además, el alcohol puede hacernos más difícil conciliar el sueño porque puede afectar a la química de nuestro cerebro.
Las estadísticas demuestran que muchas personas creen que beber alcohol les ayuda a dormir mejor. Sin embargo, no es así. De hecho, beber alcohol puede provocar insomnio. El consumo de alcohol puede interferir en la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Además, el consumo de alcohol puede dificultar conciliar el sueño y permanecer dormido. En consecuencia, las personas que beben alcohol suelen tener dificultades para dormir toda la noche.
Perjudica el sueño
Cuando se ingiere alcohol, se altera el equilibrio de los neurotransmisores en el cerebro. Esto puede alterar los patrones de sueño y provocar un sueño de mala calidad. Además, beber alcohol antes de acostarse también aumentará la intensidad de los síntomas de abstinencia de cafeína a la mañana siguiente.
Puede provocar el síndrome de las piernas inquietas
El síndrome de las piernas inquietas (SPI) es una afección que provoca sensaciones extremas y a menudo desagradables en las piernas, incluida la sensación de estar moviéndose constantemente o de no poder parar de moverse. Un estudio publicado en la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research descubrió que los participantes que bebían alcohol antes de acostarse tenían muchas más probabilidades de desarrollar SPI que los que no bebían.
No se consigue un sueño reparador
Beber alcohol antes de dormir lleva a que se alteren los ciclos del sueño y la consecuencia de ello es un descanso a medias.
Lo normal es que durante la noche se tengan entre cinco y seis ciclos de sueño, cada uno compuesto por varias fases. Un ciclo dura entre 90 y 100 minutos y, en términos generales, comprende fases de sueño profundo y otras de sueño leve.
Varios estudios han comprobado que beber alcohol antes de dormir hace que se recorten notablemente las fases de sueño profundo. Esto quiere decir que la persona duerme, pero no alcanza un sueño reparador.
Por lo mismo, lo más habitual es que beber alcohol antes de dormir lleve a que alguien se despierte varias veces en la noche y al día siguiente se sienta cansado al levantarse y con dolores musculares. Además, durante el día puede presentar dificultades para concentrarse y, en general, disminución del rendimiento cognitivo, lo que a largo plazo afecta la memoria.
Entonces, ¿qué debes hacer si quieres mejorar tu sueño?
En primer lugar, intenta evitar beber alcohol antes de acostarte. Esto ayudará a evitar cualquier exceso de estrés y ansiedad que pueda provocar un sueño deficiente. Además, intenta evitar beber alcohol si te cuesta conciliar el sueño. Limítate a un vaso o dos de vino o cerveza. Y, por último, asegúrate de dormir bien todas las noches. Así podrás dormir profundamente y sentirte renovado al día siguiente.